
La prueba de fuego para la nueva ayuda estadounidense a Colombia comenzará a partir de ahora, cuando inicia su trámite en el Congreso de este país.
La primera parada para el paquete de asistencia,denominado Paz Colombia, será ante los subcomités de apropiaciones para operaciones extranjeras, en ambas cámaras del Congreso.
Así queda Paz Colombia
Tal y como lo anunció la semana pasada el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, su gobierno le pidió ayer al Congreso aprobar un paquete de asistencia económica que se destinaría en parte a la implementación del proceso de paz en Colombia. La ayuda estaba contemplada dentro el documento de presupuesto para el año fiscal 2017.
Obama había anticipado que entregaría unos 450 millones de dólares para respaldar una nueva estrategia que bautizó como Paz Colombia.
Esta estrategia, que hace énfasis en los componentes de desmovilización, desminado y desarrollo alternativo y económico, remplazaría lo que fue por 15 años el Plan Colombia.
El grueso de los fondos, 390 millones de dólares, hace parte del presupuesto del Departamento de Estado, agencia que se encargará de ejecutarlos.
Los otros 60 millones de dólares vienen del presupuesto del Departamento de Defensa y otros programas en los que, por ahora, no se identifica a Colombia como el destinatario.
No obstante, todo está en manos del Congreso.
Apoyo a los diálogos
La cúpula demócrata y republicana en la Comisión de Relaciones Exteriores en el Senado de EE. UU. Introdujo hoy una resolución en el Legislativo de este país en la que se expresa un firme respaldo al proceso de paz en Colombia, pero también deja claro que el acuerdo debe “castigar apropiadamente” a los responsables de graves violaciones a los derechos humanos.
La resolución fue presentada por el senador Bob Corker, presidente republicano de la Comisión, y Ben Cardin, el demócrata de más alto rango. Esta decisión despeja el apoyo bipartidista estadounidense al proceso de paz.